
25 Dic Viviendo en nuestro rostro. Demodex folicullorum.
Solemos pensar en nosotros mismos como en individuos, sin embargo, aunque no los podamos ver, un montón de seres vivos están ahí, viviendo en ti, en mí, en nosotros…. Algunos como piojos y pulgas, saltan a bordo de nuestros cuerpos como ocasionales pasajeros. Otros, como los Demodex y los microorganismos de nuestros intestinos o piel están con nosotros toda la vida. Lo que sin duda es cierto es que por mucho que lo lleguemos a pensar, nuestra vida es un viaje, en el que nunca estamos solos.
Los Demodex son artrópodos, grupo que incluye animales de patas articuladas como insectos y cangrejos, y dentro de los artrópodos son concretamente ácaros microscópicos, es decir, criaturas de ocho patas emparentadas con las arañas que pasan toda su vida en nuestras caras ya que nuestro rostro tiene poros grandes y numerosas glándulas sebáceas, que es donde les gusta vivir. Sin embargo a Demodex también se le encuentra en otros lugares como genitales y pechos… Allí comen, se aparean y finalmente, mueren.
Los Demodex tienen ocho patas cortas y rechonchas cerca de su cabeza. Su cuerpo es alargado como una lombriz aunque nada tienen que ver con los gusanos.
Hay dos especies de ácaros que viven en nosotros; el Demodex folliculorum y el Demodex brevis. El D. folliculuruvídeo Demodex folicullorumm vive en los poros y los folículos de tus pelos, mientras que el D. brevis prefiere asentarse en tus glándulas sebáceas.
En un estudio de 2014 Megan Thoemmes de EE.UU. y sus colegas encontraron que cerca del 14% de las personas que estudiaron tenían ácaros visibles, descubriendo ADN de Demodex en los rostros de todas las personas que examinaron en el estudio. Esto sugiere que todos tenemos estos ácaros y seguramente por cientos. Se calcula que una persona normal pueda tener unos dos ácaros por pestaña.
Pese a que llevan desde siempre con nosotros, se desconocen muchas cosas de su ecología dado su carácter tímido. Algunos biólogos creen que se comen las bacterias de la piel, otros piensan que se alimentan de células muertas o de la grasa de las glándulas sebáceas.
Tampoco sabemos muchos sobre sus características reproductivas aunque parece que salen de noche para aparearse y luego regresan a su guarida en los poros de nuestras caras. Lo que sí se sabe con certeza es que ponen sus huevos alrededor del poro donde viven. Estos huevos son bastante grandes, pudiendo llegar a medir hasta la mitad del tamaño del animal por lo que seguramente sólo pongan uno.
Otra característica curiosa de estos animales es que no tienen ano, así que van guardando sus heces en el interior de su cuerpo hasta que explotan y mueren, ¡quedando sus restos esparcidos por toda nuestra cara!!.
Los Demodex sin embargo, no nos causan ningún mal aunque se sabe que su presencia aumenta en personas con enfermedades como la blefaritis o la piel rosácea. En estos casos, en lugar de tener uno o dos ácaros por centímetro cuadrado de piel, que sería lo normal, el número puede llegar a aumentar entre unos 10 a 20. Sin embargo se sabe que no provocan tales enfermedades. Quizás tan sólo aprovechen esta circunstancia para alimentarse de restos de grasa, piel o bacterias.
Según lo dicho, los Demodex no son parásitos. Tal vez sean comensales. Es decir, que se alimentan de algo de nosotros pero sin que nos cause perjuicio alguno. Incluso podrían sernos beneficiosos al limpiar la piel muerta de nuestros rostros o comer bacterias dañinas de la piel.
Aunque hay terapias que matan a los Demodex, no los podemos eliminar para siempre. Volverán a colonizar nuestros cuerpos en menos de dos meses ya que pasan a nosotros a través de las sábanas, almohadas, toallas, o el contacto directo de nuestras pieles.
Por todo lo dicho, es mejor asumir que nosotros, los humanos, somos en realidad pequeños ecosistemas en movimiento donde un montón de seres vivos diminutos, como los Demodex, conviven en nuestros cuerpos completando sus ciclos vitales junto a nosotros.
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